La decisión de la Asamblea oficialista en El Salvador de destituir a los miembros del Tribunal Supremo ha generado el rechazo internacional.
Este martes, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dijo que «debemos responder» porque se ha socavado la independencia judicial en el país centroamericano.
La Organización de Naciones Unidas exigió el 04 de mayo al presidente Nayib Bukele «respetar» la Constitución del país.
El director para las Américas de de Human Rights Watch, Jose Miguel Vivanco, ha calificado como un Golpe de Estado a decisión de los legisladores de Bukele de destituir a los jueces de la Corte y al fiscal general.
«Haremos todos los esfuerzos para que este asalto a la democracia afecte su relación con el gobierno de EEUU, el Banco Mundial, el FMI y el BID», advirtió el defensor de los derechos humanos.
Golpe de Estado a la democracia
La diputada salvadoreña Dina Argueta denunció que se ha dado un golpe de Estado al órgano judicial salvadoreño «porque no se respetaron los procedimientos» que establece la Constitución de la República.
En su primera sesión, la nueva Asamblea Nacional del Salvador, controlada por el partido de gobierno, destituyo el 1 de mayo a los 5 jueces de la Corte Suprema y al fiscal general.
«Tenían intenciones ese mismo día de destituir al Procurador para la defensa de los derechos humanos», dijo Argueta a america24horas.com.
«¿Cómo quedan las garantías, los derechos de la población salvadoreña, donde una policía nacional civil y una fiscalía están sometida a las decisiones que salen de casa presidencial?».
La legisladora indicó que la decisión del gobierno salvadoreño de controlar todas las instituciones independientes traerá repercusión a la población salvadoreña, sobre todo a la más vulnerable.
Los diputados oficialistas afirman que los magistrados destituidos, quienes en el pasado tuvieron enfrentamientos con el presidente Nayib Bukele, «violaron la Constitución» .
«Quienes violaron la Constitución fueron esos 64 diputados», sostuvo la legisladora opositora.