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El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo el jueves que entregaría el poder a quien gane las elecciones presidenciales del próximo año limpiamente, pero no si hay algún fraude.
Sus comentarios harán poco para disipar las preocupaciones de sus críticos, que temen que el excapitán del Ejército de extrema derecha no acepte ninguna derrota electoral en la votación del próximo año. Es casi seguro que Bolsonaro se enfrentará a su némesis política, el expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva. Las encuestas muestran a Lula a la cabeza.
«Le entregaré la banda presidencial a quien gane las elecciones limpiamente», dijo Bolsonaro en un discurso semanal a través de las redes sociales. «No con fraude».
Desde su victoria electoral de 2018, el jefe de Estado ha hecho acusaciones de fraude electoral en Brasil, que según los críticos podrían sentar las bases para desafiar las próximas elecciones en la misma línea que su ídolo político, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Bolsonaro respaldó las afirmaciones de Trump de una elección robada el año pasado, que culminó en un asalto mortal el 6 de enero contra el edificio del Capitolio en Washington por partidarios de Trump.
En los últimos meses, Bolsonaro ha estado promocionando un proyecto de ley para boletas impresas en lugar de la moderna votación por computadora de Brasil. Ha dicho que las papeletas impresas serán más fáciles de auditar y, por lo tanto, es más probable que se eviten el fraude. Pocos expertos están de acuerdo y el proyecto de ley aún no ha ganado mucha aceptación en el Congreso.
El jueves, dijo que estaba «alertando» a la gente sobre la posibilidad de problemas si el sistema electrónico actual permanece en su lugar.
«La gente no lo aceptará», dijo.
El mandatario también dijo que su gobierno estaba en conversaciones para extender un paquete de ayuda de emergencia para el coronavirus por dos o tres meses más.
Reporte VOA