Foto: The Latam Post
La subsecretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Emily Mendrala, condenó este viernes las acciones del Gobierno de Miguel Díaz-Canel para acallar al pueblo cubano y avisó que la Casa Blanca está “monitoreando activamente la situación” en el país caribeño.
“Reconocemos que las protestas planeadas en Cuba el 15 de noviembre, al igual que las protestas del 11 de julio, dan voz al deseo de los cubanos de respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales”, subrayó Mendrala durante una conferencia de prensa vía telefónica.
En ese sentido, subrayó que las movilizaciones obedecen a un sentimiento de la mayoría de la población al considerar que las políticas del Ejecutivo cubano “no satisfacen sus necesidades básicas, incluidos los alimentos y las medicinas”.
“Reconocemos que el pueblo cubano quiere mostrar pacíficamente la fuerza de su voluntad y el poder de su voz. Apoyamos a todos los cubanos que buscan un Gobierno que respete sus derechos humanos y libertades fundamentales”, sostuvo Mendrala.
Con todo, recalcó que EE. UU. ha hecho “uso de la diplomacia” con el objetivo de “aumentar la presión sobre los abusos del Gobierno y en apoyo a la gente de Cuba”. “Estamos haciendo que el Gobierno rinda cuentas y apoyando al pueblo cubano”, insistió la alta funcionaria.
En ese sentido, la representante del Departamento de Estado manifestó que el ejecutivo norteamericano ha “amplificado las voces de los presos políticos y arrojado luz sobre los abusos de los derechos humanos por parte del Gobierno cubano”.
“La administración ha tomado acciones concretas en apoyo del pueblo cubano desde el 11 de julio y continuaremos estos esfuerzos en el futuro (…) actuó contra quienes violaron los derechos humanos de manifestantes pacíficos” dijo recordando que algunos “detenidos se encuentran incomunicados, en malas condiciones de salud, sin tratamiento médico”.
Críticas de los republicanos
Sin embargo, representantes republicanos han criticado la postura del presidente Joe Biden al considerar que no se han tomado medidas más duras frente a las acciones del Gobierno de Díaz-Canel.
Todo eso porque días después del 11 de julio, cuando se registraron las históricas marchas en el país, Biden anunció la creación de un “grupo de trabajo” para abordar la situación y ver de qué manera los familiares del exterior podrían enviar dinero a Cuba, algo que se consideró insuficiente.
“Un ‘grupo de trabajo’ para explorar cómo las personas pueden enviar dinero a sus familiares en #Cuba es una respuesta perezosa y sin sentido a una demanda histórica de libertad”, dijo el senador republicano por Florida, Marco Rubio, a través de su cuenta de Twitter.
VOA