En Colombia se vivieron 50 años de lucha armada y otros cinco desde los históricos acuerdos de paz de 2016 que pusieron fin al enfrentamiento de las FARC contra el Estado.BOGOTÁ — 

Para los analistas políticos, el retiro de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia FARC de la lista de organizaciones terroristas extranjeras y de terroristas globales especialmente designados, del Departamento de Estado de Estados Unidos, es un espaldarazo del gobierno estadounidense al Acuerdo de Paz.

Sin embargo, consideran, no tendrá un gran impacto en el marco de las elecciones presidenciales en Colombia, puesto que, según los expertos, la paz no será un tema central en estos comicios del próximos año.

Alejo Vargas Velásquez, profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia y director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz, las «famosas listas», tanto de EE. UU., como la de la Unión Europea, son «ante nada decisiones políticas de los centros de poder y, por lo tanto, son decisiones relativamente arbitrarias —si bien, concede— pero tiene impactos».

En este caso, «corresponde a una realidad fáctica y es que las FARC, como guerrilla, desaparecieron y por lo tanto no tiene ningún sentido que EE.UU. mantuviera esa sigla, esta organización, dentro de su lista».

Para Juan Carlos Ruiz, profesor de la Universidad del Rosario y experto en temas de seguridad ciudadana y policía, la decisión del gobierno de EE.UU. «es un espaldarazo y una legitimización a todo el proceso de paz que ha sido siempre muy impugnado y muy cuestionado por ciertos sectores políticos colombianos» y «lanza una señal» de que el proceso se mantiene firme.

Según Alejandro Restrepo, coordinador de la línea de Conflicto, Paz y Posconflicto de la fundación Paz y Reconciliación PARES, este «espaldarazo» se da especialmente «en un momento en el cual gobierno nacional ha sido sumamente cuestionado por la falta de compromiso en la implementación del acuerdo».

Agrega que es una decisión que se esperaba porque era necesario que la política internacional estuviera de acuerdo con el proceso interno en Colombia.

¿Impacto en las elecciones presidenciales?

El académico Ruiz cree que este tema no tendrá gran impacto en medio de las elecciones presidenciales y no puede ser «una bandera en las campañas políticas» porque es un proceso que ya lleva cinco años y que ha sido apoyado, además, por organismos multilaterales.

Además, los analistas coinciden en que hay un consenso entre la mayoría de partidos políticos para apoyar el acuerdo y tienen claro que este debe avanzar.

«Solo algunos pequeños sectores ultra-radicales de derecha que siguen pensando que pueden volver trizas ese acuerdo, pero el resto -la gran mayoría de los candidatos- han expresado que ellos van a continuar la implementación porque, entre otras otra cosas, ya está en la Constitución colombiana», explica Vargas a la VOA.

Por otro lado, dice Restrepo, el discurso de las elecciones estará centrado en el «debate sobre corrupción y anticorrupción, y a estas ideas que toma la ultraderecha sobre castrochavismo y neo-comunismo».

En cuanto al partido colombiano fundado por excombatientes de las FARC, originalmente bajo el nombre Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común y que hoy se denomina Comunes, no tendrá gran relevancia en el marco de las elecciones, según Ruiz: «Al obtener 80.000 votos en los comicios pasados, no se vislumbra un cambio».

Para Restrepo, Comunes actualmente está muy debilitado y tiene problemas internos que no le permitirán generar una gran influencia en las comicios y no se configura como «una fuerza política importante».

Favorece los ingresos de programas

El vocero de la Fundación Pares observó que el Acuerdo de Paz favorece, casi en un 90%, a las víctimas y excombatientes. En este caso, el retiro de las FARC de la lista de terroristas de EE.UU. permite que esta población se pueda ver más beneficiada en recursos.

Como lo explica el profesor Vargas, esto permitirá que «a través de USAID y otros programas de cooperación, se puedan apoyar y contribuir a los procesos de reincorporación económica social». Si las FARC se mantenían en la lista, «era un obstáculo complicado».

«Esta restricción que se tenía también implicaba una restricción a manera de recursos de la cooperaciones norteamericanas para desarrollar proyectos productivos, de reconciliación», agrega Restrepo.

VOA

martes noviembre 30, 2021