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Los residentes de Teherán que se oponen al plan de la ciudad para construir una mezquita dentro de un parque histórico en el norte de la capital iraní han lanzado una protesta , citando preocupaciones ambientales sobre el proyecto.
Los residentes celebraron una manifestación el 1 de abril tras el anuncio del proyecto por parte de la municipalidad de Teherán, y la oficina del alcalde abogó por la construcción de mezquitas en espacios públicos. La policía mantuvo una presencia significativa en el lugar de la protesta, aunque no se informaron disturbios.
Un parque en Teherán cuyos árboles podrían talarse para construir una mezquita.
La campaña, particularmente por la propuesta del alcalde de una mezquita en el parque Qeytarieh, ha generado críticas por llegar en un momento en que los recursos financieros de la ciudad podrían asignarse mejor a apoyar a los desfavorecidos en lugar de construir nuevas estructuras religiosas.
«Debemos continuar hasta la cancelación total de este proyecto», afirmó Shiva Arasteh, arquitecto y uno de los manifestantes.
Mientras tanto, también han surgido preocupaciones sobre posibles daños a la importancia histórica del área después del descubrimiento, por parte del renombrado arqueólogo iraní Seyfollah Kambakhshfard, de 350 tumbas.
Un funcionario del Departamento de Patrimonio Cultural de la provincia de Teherán anunció que las vallas instaladas por la municipalidad alrededor del lugar donde se construirá la mezquita habían sido desmanteladas, aunque la noticia no ha sido confirmada.
Nasser Amani, miembro del ayuntamiento, señaló que ya hay dos grandes mezquitas en la misma zona de la ciudad, mientras que reubicar los árboles centenarios del parque era «poco práctico».
El plan de construcción ha sido objeto de un mayor escrutinio en medio de las revelaciones del año pasado de Mohammad Abolghassem Doulabi, un alto clérigo iraní, de que 50.000 de las 75.000 mezquitas en todo el país habían cerrado debido a la disminución de la asistencia.
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