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El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, acusó a Alemania de «socavar la unidad» y «alentar a Vladimir Putin» al negarse a suministrar armas a Kiev en medio de mayores temores de una posible invasión rusa.
Kuleba escribió en Twitter el 22 de enero que «las recientes declaraciones de Alemania sobre la imposibilidad de transferir armas de defensa a Ucrania … no se corresponden con el nivel de nuestras relaciones y la situación de seguridad actual».
Si bien Kuleba dijo que Kiev estaba agradecida a Berlín por su apoyo desde 2014, cuando Rusia invadió y anexó la península ucraniana de Crimea y comenzó a respaldar a los combatientes separatistas en el este del país, «los estancamientos actuales de Alemania son decepcionantes y van en contra de este apoyo y esfuerzo».
A medida que los movimientos militares y diplomáticos rusos y la concentración de aproximadamente 127,000 soldados cerca de las fronteras de Ucrania han aumentado las preocupaciones de una posible invasión, algunos de los miembros de la OTAN de Alemania han anunciado disposiciones de armas para ayudar a Ucrania a defenderse.
El 22 de enero, la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, dijo en una entrevista con un periódico que Berlín enviará un hospital de campaña a Ucrania en febrero, pero rechaza la entrega de armas.
«Las entregas de armas no serían útiles en este momento, ese es el consenso en el gobierno federal», dijo Lambrecht a Die Welt.
Ucrania ha solicitado que Alemania proporcione 100.000 cascos y chalecos protectores, al tiempo que ha pedido a Berlín que reconsidere su posición sobre las entregas de armas.
El embajador de Ucrania en Alemania, Andriy Melnyk, dijo al periódico de negocios Handelsblatt el 22 de enero que Kiev «no descansaría en convencer al gobierno alemán … para entregar armas defensivas a Ucrania».
En un desarrollo separado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania convocó el 22 de enero al embajador de Alemania con respecto a los comentarios hechos por un líder militar alemán que parecía expresar empatía por el presidente ruso Putin.
Durante una aparición en la India el 21 de enero, el vicealmirante y jefe de la Armada alemana Kay-Achim Schonbach dijo que lo que Putin «realmente quiere es respeto», y agregó que sería «fácil darle el respeto que realmente exige y probablemente también merece».
Schonbach también dijo que «la península de Crimea se ha ido. Nunca volverá [a Ucrania].
Schonbach se disculpó por sus comentarios, calificándolos de «claro error» en un tuit, antes de renunciar el 22 de enero.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania ha descrito los comentarios como «inaceptables».
El Ministerio de Defensa de Alemania se distanció de los comentarios de Schonbach, diciendo que «de ninguna manera corresponden a la posición del Ministerio de Defensa».
El 22 de enero, un cargamento de ayuda militar estadounidense, incluidas armas letales no especificadas, llegó a Kiev.
El día anterior, los miembros de la OTAN Estonia, Letonia y Lituania anunciaron que proporcionarían misiles antiblindaje y antiaéreos a Ucrania en una transferencia de armas aprobada por los Estados Unidos.
Estonia también está tratando de proporcionar obuses de la era soviética que una vez pertenecieron a Alemania Oriental a Ucrania, pero la medida tendría que ser aprobada por Berlín.
Anteriormente, Gran Bretaña entregó armas antitanque ligeras a Kiev, y otros miembros de la OTAN están considerando disposiciones para Ucrania.
El portavoz presidencial ruso, Dmitry Peskov, describió a principios de esta semana los suministros de armas a Ucrania como peligrosos y dijo que «no hacen nada para reducir las tensiones».
Washington y sus aliados de la OTAN han mantenido conversaciones separadas con Rusia en medio de las crecientes tensiones sobre Ucrania.
Pero las respectivas partes se han negado a ceder en sus posiciones, con Moscú exigiendo garantías de seguridad, incluyendo que la OTAN nunca admita a Ucrania como miembro, y los negociadores occidentales diciendo que los estados soberanos tienen derecho a elegir con quién se alían y pidiendo a Rusia que retire sus tropas.
RFE/RL