La ONU ve con preocupación la falta de avances del Gobierno de Nicaragua en la implementación de reformas electorales

El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó el martes una nueva resolución contra el Gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, donde condena la represión dirigida al pueblo nicaragüense y pide al Ejecutivo que restablezca los espacios cívicos y garantice unas elecciones libres el próximo 7 de noviembre.

El documento, fue presentado a iniciativa de ocho países y aprobado por 20 votos a favor, 18 abstenciones y 8 votos en contra, entre estos de Bolivia, Cuba, Venezuela, Rusia y China.

En la resolución el organismo advierte que ve con preocupación “la falta de avances del Gobierno de Nicaragua en la implementación de reformas electorales e institucionales destinadas a garantizar elecciones transparentes”.

Nicaragua se ha visto sacudida desde 2018 por una grave crisis política. En el poder desde 2007 y acusado por la oposición de haber instaurado una dictadura marcada por la corrupción y el nepotismo, Daniel Ortega, un exguerrillero sandinista que ya había estado al frente del país de 1985 a 1990, podría postularse para un cuarto mandato consecutivo.

En diciembre, el parlamento aprobó una impugnada ley que excluye de las elecciones generales de 2021 a quienes promueven sanciones extranjeras contra Nicaragua, una clara referencia a la oposición.

Julie Chung, secretaria adjunta de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense, mostró su firme respaldo a la resolución emitida por la comunidad internacional. Además hizo un llamado a realizar reformas electorales “significativas” en Nicaragua antes de los comicios, para proteger los derechos humanos.

Por otra parte, Colombia y la delegación de Austria se unen al llamado de la ONU para que el gobierno de Ortega libere a las personas que fueron detenidas ilegal o arbitrariamente por razones políticas.

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), las protestas sociales que se iniciaron en abril de 2018 fueron sofocadas con violencia por policías y paramilitares con un saldo de 328 muertos, 2.000 heridos, cientos de detenidos y más de 100.000 exiliados. El gobierno sólo reconoce 200 fallecidos.

Por otra parte la delegación venezolana catalogó como inaceptable porque trataron de desestabilizar a las “naciones soberanas».  Mientras que el representante de Cuba afirmó que el Consejo de DDHH «vive en una burbuja, alejado de la realidad y el más elemental sentido común».

America24horas.com

miércoles marzo 24, 2021