Los fiscales bielorrusos abrieron una investigación por terrorismo contra la líder de la oposición Sviatlana Tsikhanouskaya, la última medida de las autoridades que intentan sofocar a los grupos de la oposición después de meses de protestas contra el gobierno.
Tsikhanouskaya, que huyó de Bielorrusia tras las controvertidas elecciones presidenciales de agosto pasado, no reaccionó de inmediato a la medida, que fue anunciada el 29 de marzo por el fiscal general Andrey Shved.
En un comunicado, Shved alegó que Tsikhanouskaya y varias otras personas conspiraron para plantar explosivos y ataques incendiarios en Minsk y otras ciudades hace varios días.
No hubo otros detalles en la declaración, aunque su anuncio se produjo días después de que las autoridades dijeron que arrestaron a una persona acusada de intentar realizar explosiones en Minsk y la cercana ciudad de Barysau.
Bielorrusia ha estado envuelta en protestas desde la votación del 9 de agosto, cuando Alyaksandr Lukashenka reclamó un sexto mandato como presidente.
Los grupos de oposición y algunos trabajadores electorales han dicho que la elección fue amañada; la Unión Europea, Estados Unidos y otras naciones se han negado a reconocer los resultados declarados.
A raíz de la votación, miles de bielorrusos salieron a las calles, en lo que se convirtió en la mayor y más persistente muestra de oposición en las casi tres décadas de Lukashenka en el poder.
Más de 33.000 personas fueron arrestadas durante semanas de manifestaciones. Muchos de ellos fueron golpeados por la policía y algunos han denunciado haber sido torturados mientras estaban bajo custodia.
En respuesta a la represión, Occidente ha impuesto sanciones a los altos funcionarios.
La semana pasada, Tsikhanouskaya pidió una nueva ola de manifestaciones anti-Lukashenka. La policía inundó Minsk y reprimió a los partidarios de la oposición que intentaron realizar manifestaciones la semana pasada, arrestando a cientos.
RFE / RL