Cuando numerosos grupos de la sociedad civil cubana claman por un cambio urgente de sistema de gobierno que saque al país de la profunda crisis que atraviesa, un editorial del periódico Granma, deja ver que el actual régimen, en el poder desde 1959, trabaja en planes para mantenerse en control del Cuba, al menos por otra década.
El régimen cubano tiene diseñado el «Plan nacional de desarrollo económico-social 2030», que comprende «seis macro programas de seis ejes estratégicos» y, según aseguran, se rige por los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Según anunció el diario, órgano del Partido Comunista de Cuba (PCC), los gobernantes cubanos dividen su agenda para el 2030 en:
- Gobierno, Institucionalidad y Macroeconomía;
- Transformación Productiva e Inserción Internacional;
- Infraestructura;
- Ciencia, tecnología e innovación;
- Recursos naturales y medioambiente,
- Desarrollo humano, equidad y justicia social.
El editorial titulado «Cuba no renuncia al desarrollo» cita un discurso del general Raúl Castro pronunciado durante el 6to. Congreso del PCC donde aseguraba que «Cuba está entre el reducido número de países del mundo que cuentan con las condiciones para transformar su modelo económico y salir de la crisis sin traumas sociales».
Por estos días han surgido numerosas propuestas desde la sociedad civil cubana que retan el poder absoluto del único partido político que existe de manera legal en Cuba desde 1965 y plantean que la solución para el país no está en manos de quienes lo gobiernan desde hace más de seis décadas.
Una de estas iniciativas, se celebrará los días 18, 19 y 20 de abril, coincidiendo parcialmente con el congreso de los comunistas, y se denomina la Primera Conferencia Ciudadana.
«Nosotros, la ciudadanía: el fundamento de la legitimidad; la última palabra del sistema político» es el tema del evento que sesionará vía Zoom y Facebook Live y contará con expertos y activistas de todo el espectro de la sociedad civil independiente de la Isla.
Su promotor principal, Manuel Cuesta Morúa, indicó que es hora de que la ciudadanía se convierta en centro y fundamento de la vida y a las decisiones públicas de la sociedad cubana.
También la Corriente Agramontista, la más antigua y nutrida agrupación de abogados independientes cubanos, emitió una declaración en la que demanda el inicio de un cambio profundo que saque al país de la crisis económica, política y social que padece.
El manifiesto critica la falta de pluralidad y la ausencia de elecciones democráticas que depositen la autoridad en aquellos representantes elegidos por el pueblo y alerta que “es menester que se inicie el cambio profundo —no cosmético— que Cuba necesita desesperadamente. Y quienes inicien ese proceso no deben ser los mismos ancianos que llevan más de sesenta años ejerciendo el poder, y haciéndolo muy mal».
Sin embargo, el Granma asegura que «en Cuba, bloqueada y asediada por el imperio, tenemos problemas, escasez, colas; no estamos conformes, y sabemos que podemos y debemos trabajar mejor, pero nadie ha quedado ni quedará desamparado, a su suerte«.
Esta misma semana, el grupo de artistas, intelectuales y activistas cubanos del 27N publicó un manifiesto político haciendo un llamado urgente a los cubanos a reconquistar el poder.
El documento pide con prontitud libertades políticas (de expresión, de creación, de protesta o manifestación pacífica, de representación y participación política, de asociación y movilidad, de debate abierto y público, liberación de los presos políticos, entre otras); libertades económicas; legalización de medios de comunicación independientes y derecho de asociación.
Vía MARTI NOTICIAS