Las dificultades económicas dejadas por la pandemia marcaron los clamores laborales en Europa y Asia.
Después de un 2020 reprimido por la pandemia del coronavirus y los despidos masivos que resultaron de los confinamientos, los trabajadores volvieron este año a las calles este Primero de Mayo en muchas partes del mundo a expresar sus demandas en el Día Internacional del Trabajo.
Las dificultades económicas dejadas por la pandemia marcaron los clamores laborales en Europa y Asia, donde las actividades aún enfrentan muchas restricciones y algunas naciones están sufriendo una nueva ola de la enfermedad o no han logrado salir de la que los aquejaba. La principal demanda en casi todas partes fue de más protecciones para los que han perdido sus empleos.
En Francia, miles de personas desafiaron al COVID-19 para exigir justicia económica y social, y expresar su oposición a los planes del gobierno de hacer cambios a los beneficios por desempleo.
Unos 300 desfiles fueron organizados en París y otras ciudades como Lyon, Nantes, Lille y Tolosa.
Las manifestaciones, en general, fueron pacíficas, pero la policía tuvo que dispersar a varios grupos que causaron disturbios y 17 personas fueron arrestadas en París.
En España, las multitudes llenaron las calles de las principales ciudades, convocadas por los dos grandes sindicatos del país, la UGT y la CCOO. Los manifestantes caminaron en Madrid desde la fuente de la Cibeles hasta la Plaza del Sol para demandar al gobierno socialista que mantenga la protección a los salarios y a las pensiones del gobierno.
La economía española sufrió mucho durante la pandemia, con una pérdida de empleos del 17%, según el instituto nacional de estadísticas.
En Alemania la policía emplazó a miles de agentes y advirtió que disolvería las manifestaciones que no cumplieran con las restricciones por el coronavirus. Los manifestantes en Berlín pidieron alquileres más bajos y aumentos de salarios.
En Italia, varios cientos de personas se manifestaron en Turín y en Roma el presidente Sergio Mattarella rindió un tributo a todos los trabajadores, especialmente a los del sector de la salud.
En Rusia, cientos de comunistas se congregaron en Moscú para colocar flores en la Llama Eterna, la Tumba del Soldado Desconocido y el monumento a Carlos Marx.
El líder del Partido Comunista Ruso, Gennady Zyuganov, habló a la multitud para pedir su voto en las elecciones parlamentarias de septiembre, y dio vivas a la solidaridad de la clase trabajadora.
En Turquía y Filipinas, la policía prohibió las manifestaciones por el Primero de Mayo.
Reporte Alianza VOA