Denuncias por presunta corrupción empañan al gobierno interino de Venezuela

Foto: Vía @jguaido


Las denuncias por presunta corrupción en el manejo de activos de Venezuela en el extranjero ya han dañado la valoración pública del gobierno interino opositor de Juan Guaidó, pero aún está por verse si su magnitud es suficiente para provocar su implosión, opinan expertos.

Al menos 50 gobiernos del mundo reconocen a Guaidó como presidente interino de Venezuela desde 2019, cuando juró como tal con el apoyo del Parlamento de entonces, de mayoría opositora. La oposición argumentó que Nicolás Maduro se había reelegido un año antes en unas elecciones fraudulentas y que usurpaba el cargo. El sucesor de Hugo Chávez, sin embargo, mantiene el control territorial y de facto de las instituciones, incluido el mando sobre las fuerzas armadas.

El gobierno interino de Guaidó, que controla los activos de Venezuela en los países que lo reconocen como mandatario, Colombia y Estados Unidos entre ellos, enfrenta su peor crisis en sus dos años y medio de historia, mientras encuestadoras privadas sitúan sus niveles de apoyo popular en 20% o menos.

La intervención de la empresa venezolana Monómeros, en Colombia, y la posible apertura de venta de acciones a partir de 2022 de Citgo, en Estados Unidos, han generado críticas sobre el manejo de activos en el extranjero de parte de funcionarios apoyados en su momento por el gobierno interino.

El caso Monómeros, en particular, ha generado una diatriba pública entre dirigentes de dos de los principales partidos de la oposición, Primero Justicia y Voluntad Popular, donde Guaidó militó hasta el año pasado. Como colofón, la organización no gubernamental Transparencia Venezuela criticó la opacidad en el manejo de bienes de la república de parte del gobierno de Guaidó.

Piero Trepiccione, politólogo y coordinador regional del Centro Gumilla, opina que la actual crisis del gobierno interino “es una crónica de un escándalo anunciado” por voces internas y externas de la oposición que, desde hace tiempo, denunciaban el manejo poco transparente de las empresas estatales.

Subraya que esas críticas se han intensificado en el marco de las negociaciones con el gobierno de Maduro en Ciudad de México y en las vísperas de las elecciones regionales del 21 de noviembre, a las que la oposición acude dividida en al menos nueve de los 23 estados de Venezuela y con un grupo considerable de dirigentes y diputados que se ha negado a participar en las votaciones.

¿Imposible posible?

Trepiccione estima que las denuncias podrían generar “una implosión” del despacho de Guaidó de acuerdo con la magnitud real del escándalo y la respuesta del interinato, que presentó este martes un plan de reestructuración del manejo de Monómeros y reivindicó su administración honesta.

“Vamos a actuar con transparencia, de cara al pueblo de Venezuela, de cara a proteger a los venezolanos (…) y aprovechando las instituciones sólidas que existen en el país hermano (Colombia), aprovechando las instituciones que existen para salvaguardar, para proveer y ver, la rendición de cuenta a los venezolanos”, afirmó Guaidó en una reunión legislativa.

Oswaldo Ramírez, consultor en riesgo político y director de la firma ORC Consultores, duda que el caso Monómeros sea un “indicativo” de que el gobierno interino de Guaidó esté llegando a su fin, sino que lo ve más como una señal de que las fisuras opositoras “pueden convertirse en grietas”.

“Estos escándalos son la punta del iceberg de algunos problemas que se vienen arrastrando allí desde hace algún tiempo. Probablemente, tiene que ver más con los pesos, contrapesos y acciones de los partidos que hacen vida allí”, comenta a la VOA, en referencia a las cuatro organizaciones principales de la oposición.

VÍA LA VOZ DE AMÉRICA

jueves octubre 7, 2021