Blinken estuvo el jueves en Egipto. Cortesía
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó el viernes a Tel Aviv, Israel, en la última escala de su sexto viaje de urgencia a la región desde el inicio de la guerra. Blinken dijo que compartiría alternativas al ataque terrestre planeado por Israel contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, durante las conversaciones con el primer ministro Benjamín Netanyahu y su gabinete de guerra.
Entre tanto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votará el viernes una resolución patrocinada por Estados Unidos que declara “el imperativo de un alto el fuego inmediato y sostenido” en la guerra entre Israel y Hamas. En una declaración emitida durante la noche, los líderes de la Unión Europea pidieron “una pausa humanitaria inmediata que conduzca a un alto el fuego sostenible, la liberación incondicional de todos los rehenes y la prestación de asistencia humanitaria”.
Estados Unidos se ha opuesto al plan de Israel de llevar a cabo una ofensiva terrestre en Rafah, ubicada a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto, que Israel dice que es necesaria para lograr su objetivo de derrotar a Hamás y garantizar que el grupo terrorista designado por Estados Unidos no pueda llevar a cabo otro ataque como el ataque del 7 de octubre contra Israel.
Funcionarios estadounidenses han estado negociando un texto centrado en un alto el fuego de seis semanas y la liberación de los rehenes retenidos por militantes de Hamás a cambio de prisioneros palestinos retenidos por Israel.
Blinken estuvo en Egipto para mantener conversaciones el jueves centradas en los esfuerzos para asegurar un alto el fuego, obtener la liberación de rehenes y llevar más ayuda humanitaria a Gaza para ayudar a los civiles palestinos que necesitan asistencia urgentemente.
«Hay un claro consenso en torno a una serie de prioridades compartidas», dijo Blinken en una conferencia de prensa el jueves sobre sus discusiones en la capital egipcia. «Primero: la necesidad de un alto el fuego sostenido inmediato, con la liberación de rehenes».
Premura
Un alto el fuego crearía espacio para más ayuda humanitaria, agregó.
Los negociadores continúan trabajando en un acuerdo de alto el fuego, dijo Blinken.
«Las brechas se están reduciendo y seguimos presionando para que se llegue a un acuerdo en Doha. Todavía hay trabajo difícil para llegar allí, pero sigo creyendo que es posible», dijo Blinken en la conferencia de prensa.
«Hemos cerrado las brechas, pero todavía hay brechas. Por lo tanto, no puedo ponerle una línea de tiempo. Solo puedo decir que estamos comprometidos a hacer todo lo posible para llegar a un acuerdo», agregó.
El principal punto de discordia en las negociaciones ha sido que Hamás dice que liberará a los rehenes restantes sólo como parte de un acuerdo que pondría fin a la guerra, mientras que Israel dice que considerará sólo una pausa temporal.
Más de un millón de palestinos se refugian en Rafah, muchos de ellos después de huir de otras partes de Gaza para tratar de encontrar seguridad en medio de la guerra.
Aparte del número de personas muertas en la guerra -1.200 en el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre y casi 32.000 en la posterior contraofensiva israelí en Gaza, según el Ministerio de Salud dirigido por Hamás-, la entrega de ayuda humanitaria a la zona de guerra para ayudar a los palestinos hambrientos se ha convertido en uno de los puntos de conflicto más polémicos entre Israel y sus aliados occidentales.
Estados Unidos ha llevado a cabo varias rondas de lanzamientos aéreos de ayuda a Gaza, y se están realizando esfuerzos para realizar entregas por mar. Las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria han puesto de relieve la dificultad de hacer llegar ayuda a Gaza a través de cruces terrestres limitados y la falta de acceso a muchas zonas de Gaza debido a la violencia actual y la devastación que ha dejado la guerra.
VOA