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El expresidente de Estados Unidos Donald Trump quien modeló su personalidad política como un exitoso magnate inmobiliario multimillonario, se enfrenta el lunes a un día de ajuste de cuentas de sus finanzas que puede mostrar que no está tan lleno de efectivo como ha hecho creer al público estadounidense.
Trump, el probable candidato presidencial republicano en las elecciones nacionales de noviembre, se enfrenta a una fecha límite para poner 454 millones de dólares en efectivo o un bono respaldado por una garantía de sus activos. De esa manera, podría apelar una sentencia del mes pasado que iguala la cantidad que cometió fraude civil durante años al inflar el valor de sus participaciones para obtener mejores términos en las transacciones comerciales.
Si no puede reunir el dinero en efectivo o una fianza, la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, parece estar lista para comenzar el largo proceso de incautación de algunos de los rascacielos de oficinas prominentes de Trump en la ciudad de Nueva York, tal vez una gran propiedad y una mansión señorial que posee fuera de la ciudad, o cuentas en efectivo y acciones, incluso su jet personal al que llama Trump Force One.
Los abogados de Trump han dicho que asegurar la fianza sería una «imposibilidad práctica» porque tendría que comprometer unos 550 millones de dólares en efectivo e inversiones líquidas a la compañía de bonos para proceder con la apelación. Dijeron que 30 compañías de bonos rechazaron la solicitud de Trump de proporcionar el efectivo para que pudiera proceder con su apelación.
En una publicación en su plataforma Truth Social la semana pasada, Trump dijo que tiene casi 500 millones de dólares en efectivo que tenía la intención de usar para su campaña y que James «quiere quitárselos».
Pero su abogado, Chris Kise, le dijo a CNN que ese no era el caso.
«De lo que está hablando es del dinero reportado en sus formularios de divulgación de campaña que ha acumulado a través de años de poseer y administrar negocios exitosos», dijo Kise. «Ese es el mismo dinero en efectivo que Letitia James y los demócratas están apuntando».
A lo largo del juicio civil de varias semanas a fines del año pasado, Trump criticó a James por presentar el caso en su contra, diciendo que sus propiedades estaban valoradas por más que las cifras en los formularios financieros que, según James, eran demasiado altas.
En cualquier caso, Trump argumentó en el caso que las valoraciones citadas en las solicitudes de préstamo eran básicamente irrelevantes porque los bancos hicieron sus propias verificaciones de antecedentes y que, al final, pagó por completo sus préstamos, por lo que nadie resultó perjudicado financieramente.
Trump a menudo atacó al juez de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, Arthur Engoron, en conferencias de prensa improvisadas cuando ingresó a la corte para escuchar varios días de testimonios en el juicio y calificó la sentencia final de 454 millones de dólares como un «número impactante».
El domingo, Trump criticó tanto a James como a Engoron en Truth Social. Escribió mal el nombre de pila de la fiscal general y luego afirmó en mayúsculas que ella tiene un «historial terrible en delitos violentos como fiscal general del Estado de Nueva York. ¡Pero al menos va tras Trump por no hacer absolutamente nada malo!».
Trump calificó a Engoron de «extremadamente incompetente y corrupto». No debería tener ninguna multa».
En un caso diferente en Nueva York el lunes, un juez podría fijar una fecha de juicio, posiblemente el próximo mes, para la primera de las cuatro acusaciones penales que enfrenta Trump y que abarcan 91 cargos.
En este caso, el exlíder estadounidense está acusado de ocultar un pago de 130.000 dólares por silencio a una estrella porno justo antes de su exitosa candidatura a la Casa Blanca en 2016 para evitar que hablara públicamente sobre su afirmación de una cita de una noche con Trump una década antes.
Trump ha negado el romance y todos los cargos penales.
VOA