El pasado 18 de marzo Colombia y el mundo se enteraron del fallecimiento de Júpiter. El León que Ana Julia Torres cuidó por más de 19 años y que por decisión de autoridades le fue quitado y trasladado de su casa- el Refugio Villa Lorena- donde permaneció por casi dos década, al zoológico los Caimanes en Montería, Córdoba.

Luego de 10 meses que Júpiter fue separado de su madre, Ana Julia Torres sintió una «corazonada» de verlo.

«Estaba enferma me apliqué una inyección en cada nalga y me fui a verlo», cuenta Torres a este medio internacional.

Al llegar al zoológico ubicado en Montería, Ana Julia se encontró con un Júpiter moribundo, su costillas pegadas al torso. Se podían contar cuántas eran.

De inmediato inició una campaña en las redes sociales para denunciar lo que estaba sufriendo el león que había criado desde que tenía 3 meses de nacido.

» Era como el llamado de un hijo a su madre: venga a verme morir o sálveme», dice con lagrimas en sus ojos.

Júpiter en el refugio Villa Lorena que es propiedad de Ana Julia tenía una jaula de más de 200 metros, mientras que en el zoológico estaba encerrado en 25 metros.

«Esa jaula era un cuarto de lo que era su jaula en Villa Lorena. Era un tierrero y estaba lleno de mosca y hormigas, no estaba apta para él», dijo Torres a América24Horas.

Y es que cuando las autoridades de la oficina administrativa de gestión medioambiental (Dagma) se llevaron a Júpiter pesaba más de 200 kilos pero cuando Ana lo encontró pesaba menos de 100.

«Cuando lo ví en ese estado yo quería entrar pero no me dejaron. Fue uno de los días más eterno de mi vida», añade Torres.

Así fue encontrado Júpiter por la mujer que él abrazaba y besaba.

Tras una dura campaña, Ana logró que Júpiter fuera trasladado a Cali, de donde nunca debió salir. Las Fuerza Aérea colombiana habilitó un avión para movilizarlo. El felino estaba tan mal que no fue necesario sedarlo.

«Cuando lo sacamos de ese lugar tan horrible Júpiter estaba moribundo pero se paró y se vino hacia mí. No sé de dónde sacó fuerza y yo le dije ya nos vamos mi amor», relata la mujer que lo paseaba en su carro y le celebraba cumpleaños.

Luego de su llegaba a Cali, Ana Julia hizo todo lo posible para mantenerlo con vida. A diario lo visitaba ya que su residencia queda ubicada en otro municipio.

«Iba todos los santos días a verlo, a decirle que resistiera. Que yo lo amaba».

Júpiter estuvo varios días bajo disposición del Dagma donde le hicieron los exámenes médicos y se encontraba poco estable pero lamentablemente murió el 18 de marzo.

Tras la situación en Colombia a causa de la pandemia por el nuevo coronavirus el caso se paralizó y el cuerpo del felino de 20 años duró más de 120 días congelado.

El caso pasó a manos de Fiscalía donde se inició una investigación para determinar las causas de su muerte. Pasaron cuatro meses hasta que el Ministerio Público revelara las causas de su fallecimiento.

«Murió por un fallo multisistémico provocado por una cardiopatía, una enfermedad renal crónica y un cáncer multicéntrico con daño hepático crónico», esa fueron las conclusiones de la Fiscalía General de Colombia.

Consultada por America24horas.com si las autoridades le habían entregado el cuerpo de Jupiter para ser enterrado en Villa Lorenas, el refugio de Ana Julia que tiene más de 26 mil metros cuadrados, esto constestó:

«Yo pensaba hacerle otra necropsia. No quería quedarme con la versión de la Fiscalía. Pero como lo cremaron fue imposible hacerle otra».

Torres confirmó a America24horas.com que le entregaron dos bolsas de 2 kilo cada una con las cenizas de León que tanto amó.

«No me avisaron que lo iban a cremar. Me molesté mucho, me sentí ofendida y agredida. Mis derechos fueron vulnerados porque yo era la mamá de Júpiter», denunció. «Simplemente me llamaron y me dijeron estas son las cenizas y me las entregaron«.

Torres se pregunta porqué si ella cuidó a Júpiter por más de 19 años las autoridades no le entregaron el cuerpo.

Consultada si había quedado conforme con los resultados de la necropsia dijo que no por que «yo quería hacerle otra necropsia y lo hubiera enterrado en el refugio Villa Lorena.

«Yo acepto que (Júpiter) tuviera todas esas enfermedades. Pero lo que quiero es que se llegue a fondo del porqué el llegó a ese estado. Si ellos se llevaron a un animal completamente sano, ya que para llevárselo ellos (El Dagma) le hicieron exámenes. Si se llevaron un cuerpo sano porqué en 10 meses llegó a esa condiciones».

¿Cuáles fueron las causas que argumentó el Dagma para llevarse a Júpiter?

Villa Lorena es un refugio que cuenta con más de 25 mil metros pero cuando llueve demasiado «nos inundamos pero nunca ha pasado nada», pero según los funcionarios los animales corrían riesgo y querían buscarle un mejor lugar, pero fue todo lo contario con Júpiter ya que no pudo estar en mejor sitio que en su casa. Eso se comprobó en el estado que fue encontrado por su cuidadora.

Ana denuncia que el león estaba en condiciones deplorables. «No tenía veterinario, cuando yo llegué allá estaba era un niña bióloga, muy joven. Júpiter no tuvo una atención veterianaria en el estado que se encontraba».

Ana Julia Torres espera que el caso Júpiter no quede sin justicia y que los responsables de quitarselo asuman las responsabilidad pertinentes.

Actualmente trabaja con fundaciones colombiana y el congresista Fabián Diáz en la implementación de la Ley Júpiter que busca proteger a todos los animales del país.

Ana y Júpiter eran muy felices hasta que fueron separados.

«Los animales no se hicieron para divertirse a costa de su sufrimiento», dice Torres e insta a las personas a no comprar animales, «no compremos, adoptemos. Ellos son mas agradecidos».

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domingo agosto 9, 2020