Cuando faltan 5 días para las elecciones generales en Ecuador, los líderes de la izquierda latinoamericana buscan interferir en los comicios.
El 30 de enero, Alberto Fernández, presidente de Argentina dijo en Twitter que sigue con «especial atención» el proceso electoral en Ecuador «que debe culminar con las elecciones del próximo día 7 de febrero».
Las palabras de Fernández fueron emitidas tres horas después de que el expresidente derrocado de Bolivia, Evo Morales, dijera sin argumentos que el Consejo Nacional Electoral pretendía suspender las elecciones en el Ecuador para evitar una «victoria segura» del candidato del expresidente Rafael Correa, Andrés Arauz.
La declaraciones de los líderes que representa al llamado socialismo del siglo XXI se produce después de que un miembro del poder electoral denunciara al candidato correista por «infracciones electorales «por la entrega de dádivas como la realización de pruebas de COVIDー19 (sin registro sanitario) a cambio de votos».
Tras estas polémicas declaraciones de los líderes de la izquierda que buscan imponer al candidato de Correa a los ecuatorianos, el consejero del Consejo Nacional Electoral, Luis Verdesoto, dijo que los comicios se realizarán en la fecha pautada y que los rumores y opiniones personales de mandatarios y exmandatarios sobre un posible aplazamiento de las elecciones parecen formar parte de un coro de voces «que acompañan algunas estrategias electorales».
En un comunicado el CNE se pronunció sobre las declaraciones de los aliados de Rafael Correa y dijo que la opinión publica local y extranjera debe informarse en los canales oficiales del poder electoral para «evitar la propagación de noticias falsas, errónea y mas intencionadas».
Más de 13 millones de electores elegirán el 7 de febrero al nuevo mandatario del país latinoamericano que enfrenta una crisis económica debido a la pandemia del nuevo coronavirus que colapsó al país entre marzo y mayo de 2020.
Según las encuestas, el opositor Guillermo Lasso y el candidato socialista Andrés Arauz ocupan el primer y segundo lugar en la intención del voto, pero Lasso se impondría en un ballotage que se realizará el 11 de abril.
Expertos aseguran que el nuevo líder debe reducir el tamaño a fin de bajar al déficit fiscal, estimado para este año en cerca de 6.000 millones de dólares. A esto se suma la necesidad de financiamiento entre 7.000 y 8.000 millones de dólares, que garantizarían un normal funcionamiento del país, reseña la agencia AP.
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