Cuba y el retiro de Raúl Castro: ¿Se abre una nueva era?

El VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) culmina este lunes con un cambio histórico en el liderazgo político del país. A sus 89 años, Raúl Castro dejó su puesto como primer secretario para dar paso a nuevos líderes. La pregunta ahora es si realmente se abre una puerta al cambio en la isla caribeña después de 62 años de gobierno comunista o si, por el contrario, todo seguirá como hasta ahora.

En todos los lados del espectro político cubano existen muchas dudas y algunas certezas. Y es que el menor de los Castro, -que acompañó en casi todas las batallas a su fallecido hermano, el líder histórico Fidel Castro-, fue visto en su momento como más pragmático al hacer moderados cambios a partir del 2008 para poner a los cubanos un poco más cerca del mundo real.

Durante poco más de una década en el poder, Raúl permitió a la mayoría de los cubanos viajar libremente, -algunos disidentes fueron vetados-, les vendió celulares, acceso a internet y permitió ciertos emprendimientos privados. Fue Raúl Castro el que le tendió «un ramo de olivo» al gobierno de Barack Obama y hasta lo recibió en la isla, pero al mismo tiempo reiteró una y otra vez que sus planes de «modernizar» a Cuba no incluían «restaurar el capitalismo» y mucho menos tolerar a los que se le oponen.

El viernes, al abrir la reunión de los comunistas volvió a descartar el pluripartidismo y defendió la existencia de un «partido único» pese a los reclamos de muchos cubanos: «Esta unidad debe cuidarse con celo y jamás aceptar la división entre revolucionarios bajo falsos pretextos de mayor democracia, pues ese sería el primer paso para destruir desde adentro la propia Revolución, el socialismo y por consiguiente la independencia nacional y volver a caer bajo el dominio del imperialismo norteamericano».

«Creo fervientemente en la fuerza y el valor del ejemplo y la comprensión de mis compatriotas, y mientras viva estaré listo con el pie en el estribo para defender a la Patria, la Revolución y el socialismo», manifestó durante su intervención.

Ted Henken, analista de temas cubanos y profesor de Baruch College, dijo a la VOA que «hay que reconocer que dentro del mismo gobierno, del mismo régimen cubano, han tenido éxito en mantener el sistema más o menos en sus políticas y sus reglas del juego, aunque cada vez hay más costo al tratar de mantener el sistema como tal. Han hablado de cambiar todo lo que debe ser cambiado, pero al fin de cuenta han cambiado muy poco de lo que es esencial del sistema».

Se va Castro… ¿y el castrismo?

Cubanos dentro y fuera de la isla tienen su propia idea de las cosas. La despedida de Raúl Castro el viernes ni tomó de sorpresa ni significó casi nada para muchos.

«El castrismo es más que un hombre y su clan. Se trata de una manera de manejar la política, controlar los medios de prensa, gestionar desde el sector militar la economía, definir los planes de estudio, llevar las relaciones internacionales y estructurar la propaganda ideológica», escribió Yoani Sánchez, bloguera y opositora cubana, en un reciente artículo titulado «Sale Castro, queda el castrismo».

Henken «reconoce que (el gobierno) ha tenido éxito en crear instituciones que tienen vida y que pueden sobrevivir más allá de la vida o de los cargos de la familia Castro».

El secretario general del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Tony Díaz Sánchez, en entrevista telefónica con la Voz de América, dijo que aunque el retiro de Raúl Castro «pueda ser una jugada cantada» tiene a la vez «cierta intención».

«Quizás busca confundir a la opinión pública, confundir a sectores internacionales como Europa o el propio Washington y dar una imagen de cambio que beneficie de alguna manera la actuación política y económica del gobierno cubano y su realidad», dijo Díaz Sánchez, expreso político del grupo de los 75 condenados a largas penas de cárcel en la redada conocida como Primavera Negra en 2003 y luego liberados por una mediación del Vaticano y la Iglesia Católica de la isla con el gobierno de Raúl Castro entre 2010 y 2011.

«El MCL (fundado por el fallecido Oswaldo Payá Sardiñas) sigue transmitiendo la idea de que la única forma, el único modelo que puede verdaderamente iniciar un cambio en Cuba es la convocatoria a unas elecciones libres y plurales que el gobierno, al menos ese legislativo, sea verdaderamente plural y que represente a todos los sectores de la sociedad cubana. Esa es la única vía por la cual Cuba puede transitar hacia una democracia», afirmó Díaz Sánchez.

A su vez indicó que «los actuales líderes de Cuba tienen la responsabilidad de asumir ese proceso de cambio para que al pueblo se le devuelva la soberanía y pueda expresarse en un ambiente de libertad».

¿Quién es el sucesor de Raúl Castro y qué esperar?

Miguel Díaz-Canel, un ingeniero en electrónica de larga data en el Partido Comunista y que cumple 61 años mañana martes, ha sido el sucesor designado. En 2018 asumió la presidencia de Cuba. Medios locales informaron el lunes que ha sido el escogido para reemplazar a Raúl Castro en el liderazgo del Partido Comunista, que es según la Constitución «el órgano rector de la sociedad y del Estado».

Al hacer firme el viernes su salida del cargo, Raúl corroboró lo que expertos han dicho en el pasado, acerca de que Díaz-Canel cuenta con los avales, que pasan por la aceptación del stablishment revolucionario. Es, por demás, uno de los pocos sobrevivientes de una generación de jóvenes dirigentes que fueron destituidos en el pasado por no cumplir las expectativas de lealtad a la vieja guardia y por fallas en su desempeño.

«Díaz-Canel no es fruto de la improvisación. Transitó durante 15 años como primer secretario en Villa Clara y Holguín. Luego fue ministro de Educación Superior, vicepresidente del Consejo de Ministros, primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros y simultaneó esta responsabilidad con la atención a la esfera ideológica del Partido (…) En estos últimos tres años Díaz-Canel ha sabido formar equipo», dijo Castro.

Nacido en la central provincia de Villa Clara en 1960, Díaz-Canel es miembro del Comité Central del gobernante Partido Comunista desde 1991 y pertenece al Buró Político desde el 2003. Es respetado por el ala militar, donde sirvió en unidades coheteriles antiaéreas de las Fuerzas Armadas y fue profesor de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de su provincia natal. También cumplió misión internacionalista en Nicaragua a fines de la década de 1980 y fue ascendido como cuadro profesional de la Unión de Jóvenes Comunistas.

Su perfil de Twitter, donde suele ser activo divulgando los puntos de vista del gobierno, Díaz-Canel se presenta como «comprometido con las ideas martianas de Fidel y Raúl».

«[Raúl] como #Fidel, estará siempre al frente de nuestro Partido, inspirándonos», escribió Díaz-Canel en la red social tras la apertura del congreso el viernes.

La larga espera del exilio histórico

Esperando por décadas derrotar a los hermanos Castro por una u otra vía, miembros del histórico exilio cubano consultados por la Voz de América en Miami asumen la salida de Raúl como una estrategia para «maquillar la situación real» en el país y mejorar la imagen del gobierno a nivel internacional.

El cierre del congreso comunista este lunes coincide con el aniversario 60 de la fallida operación de Bahía de Cochinos, en la que participaron cientos de cubanos que desembarcaron en la isla con apoyo de Estados Unidos para derribar el naciente gobierno instalado por los hermanos Castro en 1959.

ohny López, presidente de la Fundación Brigada 2506 en Miami, Florida, sostiene que el retiro de Raúl es «una maniobra».

«Lo que el gobierno (cubano) está buscando es que los reconozcan en todo el mundo como que ellos son los buenos, también quieren que Estados Unidos les quite muchas de las sanciones, como la eliminación de Cuba como uno de los países que ayuda al terrorismo”, dijo a la VOA López, que siguió por televisión el viernes el discurso de despedida de Raúl Castro.

El rol de Estados Unidos

Exiliados de la isla en Miami sostienen que el gobierno de Joe Biden no debe revertir el recrudecimiento de las sanciones a Cuba que heredó de la administración de su predecesor Donald Trump.

Dentro de la isla, muchos cubanos creen que el embargo económico es en parte la causa de la crisis que los tiene hace décadas padeciendo escasez y hasta ahora haciendo largas filas para comprar comida y productos básicos. Pero también muchos de ellos admiten que la mala administración, la corrupción y la carencia de una verdadera reforma económica los tiene varados en una crisis sin salida a la vista. La comunidad internacional cada año apoya en su mayoría una resolución promovida por el gobierno de la isla en la ONU que no es vinculante y que busca el fin del embargo.

Biden era vicepresidente de Estados Unidos cuando el presidente Barack Obama y el entonces mandatario cubano Raúl Castro anunciaron en el 2014 al mundo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales. Durante su campaña electoral, Biden se mostró contrario al retroceso respecto a Cuba, y aseguró que revisaría la política de la Casa Blanca hacia La Habana.

Hace unas semanas, la Casa Blanca confirmó que Biden está revisando la posible exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, donde la colocó Trump poco antes de concluir su mandato en enero pasado. Sin embargo, no es muy claro cuándo ni en qué términos podrían verse algunos avances.

«Un cambio de política hacia Cuba no se encuentra actualmente entre las principales prioridades del presidente Biden. Pero estamos comprometidos en hacer de los derechos humanos un pilar central de nuestra política estadounidense y estamos comprometidos en revisar cuidadosamente las decisiones tomadas por la administración anterior, incluida la decisión de desginar a Cuba como un estado patrocinador del terrorismo», dijo Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, en una conferencia de prensa.

Las protestas en Cuba: ¿Cuál es el impacto?

Recientes protestas en Cuba han colocado a la isla en los titulares. Los protagonistas en su mayoría son jóvenes artistas que piden cambios y democracia en la isla. Con frecuencia son detenidos por la seguridad del Estado y luego liberados. El sábado, algunos de ellos denunciaron que el gobierno cortó el acceso a internet y les prohibió salir de sus hogares mientras se celebra el congreso comunista. Las autoridades catalogan a los opositores de «mercenarios» que intentan renovar «la contrarrevolución» usando las plataformas en línea.

El gobierno sostiene que el malestar popular se debe a la crisis debido a las sanciones de Estados Unidos y a la pandemia que habría exacerbado los problemas de la ya alicaída economía estatal.

Internet ha sido una vía de catarsis para cubanos que usan sus plataformas como Facebook, YouTube o Instagram para exponer sus frustraciones, algunas de las cuales achacan al sistema unipartidista que controla los espacios públicos.

La red de redes también ha impulsado el crecimiento de medios que desafían el monopolio estatal de los medios de comunicación. En su discurso el viernes en el Congreso, Castro advirtió sobre los peligros de la manipulación en internet al decir que la «contrarrevolución» carecía de apoyo o liderazgo popular, aunque era experta en el uso de las redes.El partido aprobó el domingo una resolución acordando fortalecer el «activismo revolucionario» en las redes sociales.

Varios opositores que han sido protagonistas de las protestas recientes, entre ellos la reconocida artista de la plástica y activista política, Tania Bruguera, dijo en sus redes sociales que no pudo sostener el sábado a una conversación programada desde febrero con Harvard University: «…ayer me quitaron el servicio de internet para que no hablara», dijo.

Los detalles los expuso luego en un artículo titulado Hay una sola manera de callarme. «Que Raúl se jubile no significa que habrá cambio», dijo la artista esta semana a la agencia Reuters.

 

VÍA LA VOZ DE AMÉRICA

lunes abril 19, 2021