Foto: OVD-Info
La policía de la capital rusa detuvo al menos a ocho personas el 26 de junio después de una manifestación liderada por los comunistas en contra de la vacunación obligatoria contra el COVID-19.
La reunión atrajo a varios cientos de personas. Según los informes, la policía se retiró después de que el evento concluyó.
OVD-Info, un grupo que monitorea las protestas y arrestos en Rusia, dijo que los ocho detenidos incluían al jefe de la facción del Partido Comunista en la Duma (Cámara de diputados) de Moscú, Nikolay Zubrilin, y al miembro del Frente de Izquierda Andrey Seleznev.
La manifestación se produjo cuando las tasas de muertes e infecciones por COVID-19 en Rusia, y Moscú en particular, alcanzaron niveles muy alto.
Si bien Rusia montó un esfuerzo al estilo de una carrera espacial para llevar la vacuna Sputnik-V a la autorización, las dudas han persistido en muchos sectores al respecto y la campaña de inoculación masiva del país se ha topado con una considerable vacilación de la vacuna.
Esta semana, el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, dijo que las vacunas contra el COVID-19 serían obligatorias para el 60 por ciento de los empleados en los sectores de comercio y servicios, educación y atención médica.
Más de una docena de otras regiones siguieron su ejemplo.
El portavoz del presidente Vladimir Putin, Dmitry Peskov, ha dicho que la orden de vacunación no es «obligatoria» porque las personas que se oponen al requisito pueden renunciar y encontrar otros
trabajos.
Moscú también ha impuesto límites más estrictos a las reuniones, con asientos en el interior en restaurantes y bares, así como algunos otros eventos cerrados a aquellos sin un código QR que muestre prueba de vacunación, una prueba negativa reciente o certificación de que contrajeron el virus en los últimos seis meses.
Rusia ha registrado el sexto mayor número de infecciones en el mundo con más de 5,3 millones de casos y más de 130.000 muertes, aunque se cree que las cifras reales son mucho más altas.
Traducido de RFE/RL