La candidata a la presidencia del Perú, Keiko Fujimori, anunció el sábado que no reconocerá los resultados de los comicios del 6 de junio porque no representa la voluntad popular.
«Dicen que en pocas horas o en pocos días va a consumar el fraude en mesa y nosotros le decimos que no vamos aceptarlo», dijo Fujimori durante una multitudinaria manifestación en el centro de la capital peruana.
La líder del movimiento Fuerza Popular ha presentado decenas de impugnaciones contra el resultado electoral por irregularidades que van desde la falsificación de identidad hasta alteración de los sufragios en lugares donde sus testigos de mesa no pudieron ingresar por amenazas de los militantes del partido extremista Perú Libre, que postuló a Pedro Castillo.
Pero los magistrados de la Corte Electoral se rehúsan a revisar las denuncias presentadas por el equipo legal de Fujimori y alegan de que el proceso comicial «fue transparente».
«A lo largo de estas semanas hemos podidos ver tantas denuncias, irregularidades y quieren apresuradamente ya lanzar un resultado» ¿Por qué tanta presión?», añadió la aspirante.
La autoridad electoral peruana concluyó 10 días después del 6 de junio la contabilización del 100% de los votos que le dan una leve ventaja al aspirante de Perú Libre, el comunista Pedro Castillo Castillo con un 50.126%, frente al 49.874% de Fujimori.
La diferencia entre ambos aspirantes es de 44.058 votos, una margen que podría cambiar si los jueces de la corte electoral revisan las impugnaciones de la líder de Fuerza Popular.
A pesar de que el Jurado de Elecciones no ha declarador ganador, el aspirante Pedro Castillo se proclamó como el «mandatario electo» a pesar de que sigue en curso el proceso de impugnaciones de cientos de actas electorales.
Miles de peruanos han tomado las calles de Lima y otras regiones de Perú exigiendo respeto a la voluntad popular. Más del 65% de la población considera que hubo indicios de fraude, de acuerdo con un sondeo publicado pro la prestigiosa firma de opinión Datum.
Keiko Fujimori solicitó al presidente interino de Perú, Francisco Sagasti, solicitar una auditoria internacional del proceso electoral, pero el ejecutivo rechazó la solicitud y aumentando la crisis en el país andino que tuvo 4 presidente en 4 años.
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