Foto: OTAN
Los países occidentales continúan instando a Rusia a tomar medidas «concretas» para aliviar las tensiones sobre su acumulación militar en la frontera con Ucrania, ya que la afirmación de Moscú de que ha comenzado a retirar las tropas de la zona es recibida con escepticismo.
El Ministerio de Defensa de Rusia publicó el 16 de febrero un video que, según dijo, mostraba tanques, vehículos de combate de infantería y unidades de artillería autopropulsadas que salían de la península de Crimea, que Moscú arrebató a Ucrania en 2014.
Pero el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, dijo el mismo día que Londres hasta ahora no ha visto ninguna evidencia de que Rusia esté retirando tropas de posiciones cerca de la frontera con Ucrania e insinuó que Moscú podría continuar la acumulación.
«No hemos visto ninguna evidencia en el momento de esa retirada», dijo Wallace a Times Radio.
«Las observaciones físicas que vemos muestran lo contrario de parte de la retórica reciente que sale del Kremlin», agregó Wallace en una entrevista posterior con la BBC.
La ministra de Defensa canadiense, Anita Anand, también dijo que, por el momento, la acumulación rusa continúa en lugar de revertirse.
«La escalada de tropas rusas en la frontera ucraniana, incluso en Bielorrusia, es cada vez más significativa», dijo Anand a los periodistas el 16 de febrero a su llegada a una reunión de ministros de defensa de la OTAN.
El presidente Joe Biden dijo a última hora del 16 de febrero que Estados Unidos aún no había visto pruebas de una retirada rusa y que las tropas rusas, que estimó en más de 150.000, permanecen «en una posición muy amenazante».
Mientras tanto, en Bielorrusia, el ministro de Relaciones Exteriores, Uladzimer Makey, dijo que las tropas rusas se retirarán por completo después de la conclusión esta semana de los ejercicios militares conjuntos.
«Ni un solo militar [ruso], ni una sola pieza de equipo militar se quedará. El Ministerio de Defensa ha declarado esto, [el líder bielorruso] Lukashenko ha dicho esto, y las delegaciones bielorrusas lo han dicho durante diferentes eventos celebrados bajo los auspicios de la OSCE», dijo Makey en una conferencia de prensa en Minsk el 16 de febrero.
Funcionarios de varios países, incluido Estados Unidos, advirtieron que una invasión rusa de Ucrania podría ser inminente después de que Moscú comenzó a desplegar decenas de miles de soldados en noviembre pasado en áreas en la frontera norte, este y sur con Ucrania.
Los ministros de Relaciones Exteriores de las naciones que conforman el Grupo de los Siete (G7) celebrarán una reunión de emergencia en Munich el 19 de febrero para discutir la crisis.
En Ucrania, la población está celebrando este 16 de febrero el «Día de la Unidad» decretado por el presidente Volodymyr Zelenskiy con la esperanza de que marcara una efusión patriótica después de que los informes estadounidenses habían sugerido la fecha como el posible comienzo de una invasión rusa.
El Kremlin ha rechazado que tenga algún plan para invadir a su vecino, calificando las advertencias occidentales de propaganda de guerra histérica.
El jefe del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel, dijo el 16 de febrero que Moscú debe elegir entre la guerra y la diplomacia, instando a Rusia a demostrar su voluntad de desestacar con acciones en lugar de palabras.
«En los últimos dos días, Rusia ha señalado que puede estar abierta a la diplomacia, e instamos a Rusia a tomar medidas concretas y tangibles hacia la desescalada porque esta es la condición para un diálogo político sincero», dijo Michel a los legisladores europeos.
Biden reiteró que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN estarían listos para golpear duramente a Rusia con sanciones si invade Ucrania, pero mantuvo la esperanza de que la diplomacia aún funcione.
«Queda por ver si hay una retirada rusa (…) Lo que vemos es que han aumentado el número de tropas, y más tropas están en camino», dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a los periodistas al comienzo de una reunión de dos días de ministros de defensa de la OTAN en la sede de la alianza en Bruselas.
«Si realmente comienzan a retirar fuerzas, eso es algo que agradeceremos … Siempre han movido fuerzas de un lado a otro, por lo que solo que veamos movimiento de fuerzas, de tanques de batalla, no confirma una retirada real», agregó.
Rusia está utilizando la acumulación de tropas como coerción para lograr que Estados Unidos y la OTAN acepten amplias demandas de seguridad, incluida la prohibición de la membresía de Ucrania en la alianza occidental y un retroceso de los avances de la OTAN en Europa Central y Oriental desde el colapso de la Unión Soviética.
Biden dijo que Estados Unidos rechaza esas demandas, pero ha puesto varias «ideas concretas» sobre la mesa, incluidas medidas de control de armas y transparencia, para avanzar en «las necesidades de seguridad común» de Occidente y Rusia.
«Continuaremos nuestros esfuerzos diplomáticos en estrecha consulta con nuestros aliados y nuestros socios. Mientras haya esperanza de una resolución diplomática que impida el uso de la fuerza y evite el increíble sufrimiento humano que seguiría, lo perseguiremos», dijo.
En una conferencia de prensa conjunta con Scholz, Putin dijo: «Estamos listos para trabajar más juntos. Estamos listos para ir por el camino de las negociaciones», ya que mencionó una retirada parcial de las tropas rusas.
Scholz dijo que vio algunos indicios de progreso en sus conversaciones con Putin y calificó las afirmaciones rusas de una retirada de tropas como una «buena señal» para reducir la escalada de una crisis que ha reverberado mucho más allá de Europa.
«Hubo suficientes puntos de partida que indicaron un buen desarrollo», dijo. «Muestra que vale la pena seguir con él y tratar de progresar a pesar de los amplios puntos de desacuerdo».
Putin dijo que Rusia «por supuesto» no quiere ver el estallido de la guerra, pero agregó que estaba decepcionado de que no hubiera habido una respuesta constructiva a las demandas de seguridad de Rusia.
RFE/RL