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Moscú arremetió airadamente contra las sanciones anunciadas por Estados Unidos, prometiendo una «fuerte respuesta» a una serie de medidas reveladas por el presidente Joe Biden contra bancos e individuos rusos.
«No debería haber ninguna duda: las sanciones encontrarán una respuesta fuerte, no necesariamente simétrica, pero bien calibrada y sensible para el lado estadounidense», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en un comunicado el 23 de febrero.
En los últimos dos días, Estados Unidos y sus aliados occidentales han establecido un esfuerzo coordinado para castigar a Moscú con sanciones después de que el presidente Vladimir Putin dijo que reconocería las ofertas de independencia de los territorios en poder de los separatistas en el este de Ucrania y enviaría tropas allí.
La medida se produjo después de que Rusia acumulara al menos 150.000 soldados en la frontera con Ucrania, lo que provocó temores de una invasión a gran escala.
Las desvanecidas esperanzas de una solución diplomática a la crisis recibieron otro golpe el 22 de febrero cuando la Casa Blanca dijo que una posible cumbre entre Biden y el presidente ruso Vladimir Putin estaba fuera de la mesa por ahora.
Eso se produjo después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijera que estaba cancelando su reunión programada con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, en vista de las acciones de Moscú contra Ucrania.
Otros aliados occidentales, como la Unión Europea, Gran Bretaña, Australia, Canadá y Japón, también han establecido sanciones contra Moscú, a menudo después de consultas con Washington.
Estados Unidos dijo que estaba preparado para responder a una mayor agresión rusa reteniendo tecnología y recursos.
Colaboración RFE/RL