La embajadora de estadounidense en Rusia, Lynne Tracy, rinde tributos en honor a Aleksei Navalny, asesinado el 16 de febrero en una prisión rusa. Foto cortesia
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia convocó a la embajadora de Estados Unidos en Moscú, Lynne Tracy, y lanzó una severa advertencia a Washington para que se mantuviera al margen de los asuntos internos de Rusia antes de una elección presidencial que, según se espera, otorgará al actual Vladimir Putin otro mandato, dada la ausencia de candidatos de la oposición en las papeletas.
El ministerio informó a Tracy el 7 de marzo que tres organizaciones no gubernamentales (ONG) estadounidenses (Consejos Americanos para la Educación Internacional, Perspectivas Culturales y el Instituto de Educación Internacional) habían sido etiquetadas como «organizaciones indeseables» y exigieron a la embajada «detener cualquier colaboración» con ellos.
Según la ley, las actividades de las tres organizaciones estarán prohibidas en Rusia y cualquiera que coopere con ellas podrá enfrentarse a sanciones penales, incluidos hasta seis años de prisión.
El ministerio acusó a las ONG de ejecutar «programas y proyectos antirrusos destinados a reclutar ‘agentes de influencia’ bajo la apariencia de intercambios educativos y culturales» y cualquier cooperación adicional con la embajada «sería considerada una violación de la ley rusa».
«Se destaca especialmente que los intentos de interferir en los asuntos internos de la Federación de Rusia, incluidas las acciones subversivas y la difusión de desinformación en el contexto de elecciones y una operación militar especial, serán dura y decisivamente reprimidos, incluyendo la expulsión como ‘persona non grata’ de los empleados de la Embajada de Estados Unidos involucrados en tales acciones», dijo el ministerio en un comunicado.
No hubo reacción inmediata por parte de la embajada.
La ley de «organizaciones indeseables», adoptada en 2015, fue una regulación respaldada por el Kremlin sobre las ONG que reciben financiación de fuentes extranjeras. La etiqueta se ha aplicado a docenas de grupos extranjeros desde que Moscú comenzó a utilizar la clasificación y en la práctica prohíbe por completo a una organización.
La medida del ministerio se produce poco más de una semana antes de que los rusos acudan a las urnas en una elección presidencial que el Kremlin espera utilizar como muestra de unidad nacional en apoyo a Putin y su invasión de Ucrania, a la que Rusia se refiere como una «operación militar especial». «
Las elecciones rusas están estrictamente controladas por el Kremlin y no son libres ni justas, pero el gobierno las considera necesarias para transmitir un sentido de legitimidad.
El férreo control del Kremlin sobre la política, los medios de comunicación, las fuerzas del orden y otras palancas significa que Putin, que ha gobernado Rusia como presidente o primer ministro desde 1999, seguramente ganará, salvo que se produzca un acontecimiento muy importante e inesperado.
RFE/RL