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Un tribunal de San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, envió al residente local Evgeniy Smirnov, sospechoso de vandalismo motivado por enemistad política, a un centro de detención preventiva durante un mes. Se alega que pintó en una valla: “Putin mató a Navalny”.
Se registró la casa de Smirnov. Le confiscaron su equipo y sus tarjetas bancarias, según dijo su madre a OVD-Info, una organización que presta asistencia a los detenidos en manifestaciones políticas. La defensa pidió dejarlo en libertad.
Según la investigación, Smirnov pintó la consigna en la valla el 16 de febrero a mitad del día.
Según el servicio penitenciario ruso, Aleksei Navalny murió el 16 de febrero después de dar un paseo en la cárcel «Lobo Polar», una prisión con un régimen especial muy estricto.
Su viuda Yulia y sus aliados aseguran que Navalny fue asesinado por orden del presidente ruso. El Kremlin niega las acusaciones.