Cortesía: Nato
La bandera nacional de Suecia fue izada en la sede de la OTAN el lunes, consolidando el lugar del país nórdico como el miembro número 32, después que la invasión rusa en Ucrania los llevó a cambiar su política de seguridad nacional.
Bajo una lluvia constante, el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, observaron cómo dos soldados izaban la enseña azul con una cruz amarilla en el círculo oficial de banderas nacionales en la sede del grupo en Bruselas, Bélgica.
“Somos humildes, pero también somos orgullosos. Sabemos que las expectativas para Suecia son altas, pero también nosotros tenemos muchas expectativas”, dijo Kristersson a la prensa unos minutos antes de la ceremonia. “Compartiremos cargas, responsabilidades y riesgos con nuestros aliados”.
El ministro finlandés de Defensa dio la bienvenida a “nuestros hermanos y hermanas de armas” en X y dijo que “ahora estamos al inicio de una nueva era. Junto con otros aliados en la paz, en la crisis y más allá”.
La decisión del presidente de Rusia, Vladímir Putin, de ordenar la entrada de tropas rusas en Ucrania en febrero de 2022 desencadenó un cambio drástico de parecer en la opinión pública en los dos países, y en tres meses habían solicitado la entrada en la organización de seguridad más grande del mundo.
Putin afirmó haber iniciado la guerra, al menos en parte, por la expansión oriental de la OTAN hacia Rusia, pero ha incrementado las filas de la alianza. Los líderes de la OTAN han prometido que la propia Ucrania se unirá en un futuro, aunque casi con certeza no mientras continúe el conflicto.
“Cuando el presidente Putin inició su invasión de plena escala hace dos años, quería menos OTAN y más control sobre sus vecinos. Quería destruir Ucrania como estado soberano, pero fracasó”, dijo Stoltenberg.
“La OTAN es ahora más grande y más fuerte. Ucrania está más cerca de la OTAN que nunca y mientras los valientes ucranianos siguen luchando por su libertad, nos mantenemos a su lado”, afirmó.
La membresía sueca completa un anillo estratégico de la OTAN en torno al mar Báltico. El país se beneficia ahora de la garantía de seguridad colectiva de la alianza, el Artículo 5 de su tratado, una promesa de que un ataque a uno de ellos será recibido por una respuesta de todos.
La ceremonia de izado de bandera se celebró mientras 20.000 tropas de 13 países iniciaron los simulacros de la OTAN en el remoto norte de su nuevo miembro, Suecia, así como en las vecinas Finlandia y Noruega.
Suecia dejó de lado décadas de neutralidad tras la II Guerra Mundial al unirse oficialmente a la OTAN el pasado jueves en Washington. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, entregó la documentación final al gobierno estadounidense, el último paso de un largo proceso para asegurar el respaldo de todos los miembros para unirse a la alianza militar.
«Las cosas buenas les llegan a quienes esperan», dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, al recibir los documentos de adhesión de Suecia de manos de Kristersson.
Blinken dijo que “todo cambió” después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, citando encuestas que muestran un cambio masivo en la opinión pública sueca sobre unirse a la OTAN.
«Los suecos se dieron cuenta de algo muy profundo: que si Putin estaba dispuesto a intentar borrar a un vecino del mapa, entonces probablemente no se detendría allí».
Para la OTAN, las incorporaciones de Suecia y Finlandia -que comparte una frontera de 1.340 kilómetros (830 millas) con Rusia- son las incorporaciones más importantes en décadas. También es un golpe para el presidente ruso, Vladimir Putin, que ha tratado de impedir un mayor fortalecimiento de la alianza.
Hakan Yucel, de 54 años, un trabajador de TI en la capital sueca, dijo sobre la adhesión: «Antes estábamos afuera y nos sentíamos un poco solos… Creo que la amenaza de Rusia será mucho menor ahora. «
El presidente estadounidense Joe Biden, en un comunicado, dijo que la incorporación de Suecia hizo que la OTAN fuera «más unida, decidida y dinámica que nunca», y agregó que la adhesión de Suecia y Finlandia a la alianza significaba la incorporación de «dos ejércitos altamente capaces».
Suecia añade submarinos de última generación y una flota considerable de aviones de combate Gripen de producción nacional a las fuerzas de la OTAN, y es un vínculo crucial entre el Atlántico y el Báltico.
Rusia ha amenazado con tomar «contramedidas políticas y técnico-militares» no especificadas en respuesta a la medida de Suecia.
VOA