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Un alto asesor del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy dijo a última hora del 22 de marzo que Kiev no estuvo involucrada en el ataque a una sala de conciertos en el área de Moscú la misma noche que dejó decenas de muertos y muchos más heridos después de que hombres armados irrumpieran y dispararan contra los asistentes al concierto.
Mykhaylo Podolyak, asesor del jefe de la oficina presidencial de Zelenskiy, dijo que Ucrania «nunca había utilizado métodos terroristas» mientras continúa luchando contra una invasión a gran escala que ya lleva dos años.
«Ucrania ciertamente no tiene nada que ver con los tiroteos/explosiones en el Ayuntamiento de Crocus (región de Moscú, Rusia)», dijo Podolyak a través de X, anteriormente Twitter. «No tiene ningún sentido.»
Kiev ha defendido recientemente sus ataques contra el petróleo y otras instalaciones y algunos informes sugieren que Estados Unidos le ha instado a evitar atacar la infraestructura petrolera en parte para evitar respuestas intensificadas por parte de Rusia.
Podolyak dijo que «todo en esta guerra se decidirá sólo en el campo de batalla. Sólo por la cantidad de armas y las decisiones militares cualitativas. Los ataques terroristas no resuelven ningún problema…»
Señaló la reciente advertencia pública de los funcionarios estadounidenses.
La Embajada de Estados Unidos dijo el 7 de marzo que estaba «siguiendo informes de que los extremistas tienen planes inminentes de atacar grandes reuniones en Moscú, incluidos conciertos, y se debería advertir a los ciudadanos estadounidenses que eviten grandes reuniones durante las próximas 48 horas».
Podolyak también insinuó que el evento «contribuiría a un fuerte aumento de la propaganda militar, a una militarización acelerada, a una mayor movilización y, en última instancia, a la ampliación de la guerra. Y también a justificar ataques genocidas manifiestos contra la población civil de Ucrania… «
La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania rápidamente alegó –sin proporcionar ninguna evidencia– que los propios servicios especiales de Rusia lo habían orquestado como «una provocación deliberada al régimen de Putin» sobre la cual los gobiernos extranjeros habían advertido.
Alegó que el objetivo era «intensificar y expandir aún más la guerra».
RFE/RL