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El presidente ruso, Vladimir Putin, 19 horas después del ataque terrorista en el centro comercial Crocus City Hall de Moscú, se pronunció. Declaró el 24 de marzo día de duelo nacional en Rusia.
Putin calificó el ataque como un “acto bárbaro sangriento” y acusó a Ucrania de ayudar a organizar el ataque. Repitió los datos del Servicio Federal de Seguridad (FSB) sobre la detención de cuatro perpetradores y afirmó que en total fueron detenidas 11 personas.
Según el presidente, en Moscú y otras regiones rusas se están introduciendo medidas antiterroristas adicionales.
Putin también dijo que todos los responsables del incidente serán castigados. El Presidente también señaló que todos los involucrados en el ataque terrorista habían sido encontrados y detenidos. Según Putin, antes del arresto, los atacantes se dirigían hacia Ucrania, donde la parte ucraniana supuestamente preparó una especie de «ventana» para cruzar la frontera. No proporcionó detalles.
Estados Unidos informó anteriormente que Ucrania no participó en la organización del ataque terrorista. Kiev rechazó todas las posibles acusaciones sobre el incidente.
El 7 de marzo, la Embajada de Estados Unidos en Rusia advirtió sobre amenazas de ataques terroristas en Moscú. Luego se señaló que era posible que se produjeran ataques «en los próximos dos días» y se recomendó a los ciudadanos estadounidenses que evitaran los lugares concurridos. Posteriormente, la advertencia de la misión diplomática estadounidense fue replicada por varios otros países para sus ciudadanos.
El 19 de marzo, Putin calificó las declaraciones de los países occidentales sobre la posibilidad de ataques terroristas en Rusia de “provocadoras” y dirigidas “a la intimidación y la desestabilización de la sociedad”.
Con informes de RFE/RL y Current Time