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El sacerdote ruso Dmitry Safronov ha sido suspendido por tres años y degradado después de que realizó una ceremonia de despedida en el funeral del crítico del Kremlin, Aleksei Navalny, el mes pasado.
El decreto del patriarca Kirill, jefe de la iglesia ortodoxa de Rusia, apareció en el sitio web de la diócesis de la ciudad de Moscú el 23 de abril, pero no dio ninguna explicación.
Safronov también ofició una ceremonia religiosa en la tradicional ceremonia ortodoxa que marca el día 40 de la muerte de Navalny. Según la costumbre rusa, se cree que el alma del muerto permanece en la tierra durante 40 días, terminando su labor entre los vivos.
Safronov también estuvo entre los sacerdotes que firmaron una petición exigiendo que el cuerpo de Navalny fuera entregado a su familia después de que el político muriera en una prisión del Ártico en febrero.
El documento establece que a Safronov se le prohíbe realizar bendiciones, llevar sotana y una cruz sacerdotal. Además, el sacerdote fue degradado a lector de salmos y enviado a la iglesia de San Pimen el Grande en Novye Vorotniki en Moscú para “realizar las tareas que le asignará el rector”.
«Al final del período de penitencia, basándose en la información del lugar de obediencia, se tomará una decisión sobre la posibilidad de continuar con su servicio sacerdotal«, añade el texto.
Safronov es clérigo de la Iglesia de la Intercesión de la Santísima Virgen María. Celebró el funeral de Navalny el día 40 después de su muerte, estuvo en su funeral y después, junto con la familia de Alexei, realizó servicios conmemorativos en la tumba.
El canal de telegramas “Ortodoxia y Zombis” afirma que Safronov no leyó la “Oración por la victoria de la Santa Rusia”, que dice que “aquellos que quieren la guerra han tomado las armas contra la Santa Rusia y quieren dividir y destruir a su pueblo unido».
Muchos feligreses y sacerdotes perciben la oración como un apoyo a la invasión de Putin en Ucrania. Por negarse a leer la oración sugerida por el obispo, el sacerdote puede ser expulsado .A partir de septiembre de 2022, la diócesis de Moscú exige que todas las parroquias lean esta oración. En enero, el arcipreste Alexei Uminsky fue expulsado por negarse a leer .
El Servicio Penitenciario Federal Ruso anunció la muerte de Navalny el 16 de febrero. Los investigadores entregaron el cuerpo de Navalny a su madre, Lyudmila Navalnaya, recién el 24 de febrero. Las fuerzas de seguridad persuadieron a la mujer para que enterrara a su hijo en secreto. El político fue enterrado el 1 de marzo en el cementerio Borisov de Moscú.
Los aliados de Navalny denuncian que fue asesinado por órdenes directa del presidente ruso Vladimir Putin.
De hecho, la viuda de Navalny, Yulia, afirmó que las autoridades rusas posponían la entrega del cadáver porque estaban esperando a que desaparecieran de su cuerpo las huellas del Novichok, el agente nervioso privilegiado por la Inteligencia rusa para matar a disidentes y opositores.
En agosto de 2020 sobrevivió a un intento de envenenamiento con Novichok, del que acusó a Putin.
Tras la muerte del político, se realizaron manifestaciones de luto en las ciudades rusas, cuyos participantes fueron detenidos en masa por agentes de policía.