La ciudad kazaja de Qulsary quedó prácticamente bajo el agua el 9 de abril.
El Ministerio de Emergencias de Kazajstán dijo el 29 de abril que entre los que se vieron obligados a huir de las recientes inundaciones sin precedentes en el norte, 38.521 personas habían regresado a sus hogares.
Alrededor de 120.000 personas, entre ellas 44.000 niños, habían sido evacuadas de las zonas afectadas por las inundaciones, causadas por un clima cálido abrupto que provocó un deshielo masivo.
Según un comunicado del ministerio, algunos de los equipos de rescate y personal militar desplegados para ayudar a las regiones afectadas por las inundaciones habían comenzado a retirarse a medida que los niveles del agua comenzaron a bajar.
RFE/RL