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Uno de los destinos populares para la emigración de la comunidad LGBTQ rusa es Argentina. El país legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2010, y la protección de los derechos de las personas queer en Argentina se ha convertido en parte de la política gubernamental. Sin embargo, la situación podría cambiar dramáticamente. En diciembre de 2023, el libertario populista de extrema derecha Javier Milei asumió la presidencia de la nación sudamericana.
Hace más de seis meses, Egor e Iván emigraron de Rusia a Argentina. Ahora viven en Buenos Aires, la capital, y han solicitado asilo para refugiados LGBT.
Egor e Iván llevan juntos 18 años. Ambos son del este de Siberia. Se conocieron en Krasnoyarsk y luego se mudaron a Moscú. Egor se formó como diseñador gráfico. Iván desarrolló una exitosa carrera en recursos humanos.
Los rusos empezaron a pensar seriamente en la emigración hace mucho tiempo. La pareja fue atacada varias veces en Moscú.
«Dos de nuestros amigos decidieron besarse cerca del club. Eran chechenos o daguestaníes. Comenzó un alboroto. Nos golpearon con bates de béisbol y granos de pimienta. Éramos seis y ellos doce», recuerda Iván uno de los ataques. . Después de varios episodios de este tipo, Egor e Iván comenzaron a ahorrar dinero para emigrar. Pensamos en Canadá, pero después del inicio de la guerra en Ucrania y el anuncio de la movilización, quedó claro que teníamos que irnos urgentemente de Rusia.
En octubre de 2022, la pareja se fue de vacaciones, de las que nunca regresaron a Rusia. Egor e Ivan planearon establecerse en Turquía, donde transportaron a sus perros desde Moscú: Seth el Doberman y Bart el Cocker Spaniel. Pero Ankara ha cambiado drásticamente las reglas para obtener un permiso de residencia. En diciembre decidieron mudarse a Argentina.
¿Por qué Argentina?
La pareja contó que decidieron irse a Argentina porque los ciudadanos rusos no necesitan visa para ingresar y por la leyes que protegen a la comunidad queer. Según la Federación LGBT Argentina, casi el 100% de los refugiados queer reciben asilo en el país. Las parejas del mismo sexo en Argentina pueden casarse legalmente y adoptar niños. Y Buenos Aires incluso tiene una estación de metro que lleva el nombre del activista LGBT Carlos Jáuregui.
Con el estallido de la guerra en Ucrania, Argentina se convirtió en uno de los principales destinos de emigración de la comunidad queer. Egor bromea diciendo que Buenos Aires se ha convertido en la capital LGBT rusa. Según él, el número de emigrantes homosexuales rusos asciende a centenares. La pareja conoció en Buenos Aires a muchos amigos de Moscú y San Petersburgo.
Cuando la Corte Suprema de Rusia declaró extremista a la comunidad LGBT en noviembre de 2023, los emigrantes queer en Buenos Aires protestaron ante la embajada rusa.
Desde 2010, cuando se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo, la protección de los derechos de las personas LGBT en Argentina se ha convertido en parte de la política gubernamental. Ahora la situación podría cambiar dramáticamente. En diciembre de 2023, el libertario populista de extrema derecha Javier Milei llegó al poder en Argentina. Son alarmantes las declaraciones de diputados de su partido «La Libertad Avanza» y ministros en relación con las personas LGBT.
«Como liberal, estoy de acuerdo con cualquier estilo de vida que una persona elija por sí misma. Y esto es mucho más amplio que el matrimonio entre personas del mismo sexo. Déjame exagerar. Si prefieres no bañarte y no tener piojos, esa es tu elección. Bien. Solo no te quejes después de que a alguien no le guste que tengas piojos”, dijo en una entrevista la canciller argentina, Diana Mondino.
El nuevo gobierno argentino planea recortar lo más posible los fondos para programas sociales y cerrar el INADI, un instituto nacional que brinda asistencia legal a las víctimas de discriminación. El Ministerio de las Mujeres y la Diversidad de Género ya fue disuelto.
«Milei y su gobierno creen que el Estado de ninguna manera debe interferir en la vida de las personas. Este modelo de país ya ha demostrado su completo fracaso», afirmó Maribe Sgariglia, activista de derechos humanos de la Federación LGBT Argentina.
«Cuando el Estado no garantiza derechos, aunque sean pocos, pero los más conservadores y crueles con nuestra comunidad, la gente se siente más fuerte y actúa con más violencia. Saben que del otro lado no hay nadie que pueda proteger nuestros derechos. Así que Es muy posible que la violencia y la discriminación aumenten en la vida cotidiana”, dice María Rachid, activista LGBT y exdiputada del Parlamento de Buenos Aires.
Los rusos Egor e Iván son conscientes de la posición del nuevo gobierno sobre los derechos LGBT, pero realmente esperan la tolerancia de los argentinos. La pareja no sólo planea casarse pronto, sino también adoptar un niño en el futuro. «Esto es alarmante para mí. Y Egor y yo ya hemos hablado de esto. Si sucede lo mismo aquí que en Rusia, tendremos que buscar refugio en algún lugar de otro mundo. Pero por ahora veo cuando caminamos juntos de la mano justo al final de la calle, nadie siquiera mira”, dice Iván.
Además del posible aumento de la violencia contra la comunidad LGBT, los activistas de derechos humanos están especialmente preocupados por las personas trans y las personas que viven con VIH. Según las leyes vigentes, independientemente de su ciudadanía y estatus legal, cualquier persona que viva en Argentina tiene derecho a recibir terapia hormonal y antirretroviral gratuita, así como a una cirugía de transición transgénero. Si el gobierno de Javier Milei financiará estos programas y pagará las terapias para extranjeros es una gran incógnita. «Ideológicamente, La Libertad Avanza cree que estos derechos no deberían extenderse a inmigrantes y extranjeros. Ésta es su posición ideológica. Piensan queque la sanidad y la educación deberían formar parte de una economía de mercado”, explica la activista LGBT Maria Rachid.
La mayor fundación argentina contra el SIDA, Huesped, dijo a Current Time que en este momento están ayudando con terapia a 25 emigrantes rusos infectados por el VIH. Los defensores de los derechos humanos y los activistas LGBT esperan defender los derechos que ya han conquistado gracias al parlamento, donde el presidente Milei no tiene mayoría, y a las protestas callejeras, si es necesario.
La marcha anual del orgullo gay en Buenos Aires atrae a decenas de miles de personas. El pasado noviembre lo cerró la actriz y cantante Natalia Oreiro, que siempre apoya públicamente a las personas de la comunidad LGBTI. «Nos faltan muchísimos derechos. Pero, por favor, no perdamos los que ya tenemos».
El estallido de la guerra en Ucrania aceleró drásticamente la partida de los rusos hacia Argentina. Según las estadísticas, el 100% de los refugiados LGBTQ+ reciben residencia permanente en el país.
Este reporte fue publicado originalmente en ruso por el canal Current Time y traducido por América 24Horas, de acuerdo a lo suscrito en nuestra afiliación con diferentes medios internacionales.